• 5 tazas de arroz

• 8 cocos maduros (medianos)

• 2 cucharadas de azúcar

• 1 cucharada de sal

Lee toda la preparación antes de comenzar.

Saca la carne de los cocos y pícala en trozos pequeños. 

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En dos o tres tandas, licúa los cocos con suficiente agua caliente para cubrirlos. Luego pasa la mezcla por un colador. Esto se va a hacer dos veces con cada lote de coco.

La primera extracción (aproximadamente deberían salir 4 tazas), la más concentrada y espesa,  se va a utilizar para sacar el aceite y tostar los residuos. Esto lo hacemos cocinando a fuego alto la leche de coco, sin revolver, hasta que esta empiece a dorar. En ese momento comenzamos a revolver y bajamos el fuego a medio. Seguimos reduciendo hasta que se obtenga el aceite y los residuos estén bien tostados. En este momento tu cocina debe oler a cocosette, la deliciosa galleta de coco Venezolana. 

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Posteriormente, vamos a colocar de nuevo el coco ya licuado en la licuadora, cubrimos con agua caliente y repetimos el proceso para obtener un segundo lote de leche de coco. Esta vez deberíamos obtener un aproximado de 6 tazas de leche de coco. 

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Los residuos de coco los puedes utilizar para hacer harina de coco, deshidratándolo en un deshidratador, o en el horno a la temperatura mas baja durante varias horas, con la puerta del horno ligeramente hasta que se haya secado por completo.

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Lava el arroz. Agrega la leche de coco al caldero donde está el aceite de coco y residuos tostados. Sube el fuego a alto y cuando le leche comience a hervir, agrega el azúcar y posteriormente el arroz y la sal. A medida que se vaya secando hay que revolver con mayor frecuencia. Cuando tenga ya poco líquido, bajamos el fuego a lo mínimo y cocinamos tapado hasta que esté listo, moviendo de vez en cuando para evitar que se pegue al fondo del caldero. 

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Este arroz queda delicioso con cualquier pescado o con pollo al curry. 

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