Este plato es muy típico en Italia. A mí me encanta pedirlo siempre que lo veo en un menú. Son como tequeños de la naturaleza. 

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Se suelen comer como entrada, antes de la pasta. 

El empanizado es ligero, estilo tempura. El agua con gas, como la Minalba Sparkling permite lograr ese empanizado tan delicado. 

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Sé que no todos son fanáticos de las anchoas, pero a este plato le quedan muy bien. Recomiendo usar una buena marca, de esas que no son demasiado saladas. En caso de que no te gusten ni estés dispuesto a darles una oportunidad, ponle media cucharadita de sal a la mezcla. 

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Preparación:

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Mezcla en un bowl la harina y el agua con gas hasta que no hayan grumos.

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A mí me gusta quítarles con una pinza los pistilos a las flores. Siento que eso facilita rellenarlas. 

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Calienta a fuego alto un caldero con abundante aceite.

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Pica la mozzarella en cuadritos pequeños y rellena las flores a capacidad. Con cuidado de no romperlas, agrega también un filete de anchoas a lo largo (la pinza te ayuda con esto). En caso de que se rompan, no te preocupes que no es nada grave. 

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Cerrando con cuidado las aberturas en caso de que las haya, introduce las flores una a una en la mezcla y haciendo un twist, cierra las puntas. 

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Mételas a freír hasta que estén doradas. 

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Sirve aún calientes. 

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Dato:

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Si tienes la oportunidad de ir a Roma, mis fiore di zucca favoritas son las de ¨Da Enzo al 29¨, en trastevere.

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