Dificultad: Fácil

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Es necesario que las huevas estén súper frescas. Si tienes la oportunidad de ir a Mérida, te recomiendo que visites la truchicultura de Moconoque. Allá puedes conseguir truchas, truchas salmonadas (un híbrido entre trucha y salmón) y sus huevas.

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Para hacer el caviar, tienes que sacar las huevas de la membrana que las cubre. Esta es la parte delicada del proceso. Siempre se van a romper muchas huevas, pero no te preocupes por eso. Intenta que sea la menor cantidad posible.

Verás como sale una sustancia blanca cuando las huevas entran en contacto con el agua. Eso es por la grasa que tienen. 

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Una vez que tengas las huevas separadas unas de otras, sin la membrana, coloca las huevas en un colador para remover el líquido. Mide la cantidad de huevas que tienes (asegúrate de estar midiendo únicamente las huevas, sin líquido). 

Coloca las huevas en un bowl, junto con el doble de su medida en agua, y la mitad de su medida en sal (preferiblemente kosher). Es decir, si tienes una taza de huevas, coloca dos tazas de agua y media taza de sal.

Revuelve bien, y guarda en la nevera durante 15 minutos, revolviendo un par de veces mientras tanto. Pasado ese tiempo, coloca las huevas en un colador y lávalas durante pocos segundos para remover el exceso de sal.

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Deja las huevas en el colador, dentro de la nevera, con un plato abajo para que recoja el agua que va cayendo. Espera unos 10 minutos, y listo!

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Las puedes comer con blinis y creme fraiche, o con casabes tostados y queso crema, con papas al vapor o como las prefieras!